
Lejos ya nuestra juventud de los que creyeron hacer poesía con un alma cibernética, cuando no manchada de miedos y bajos intereses. Lejos las nuevas generaciones, de estos versos sin ritmo ni encantamiento que hechizaron a los intelectuales, martirizaron a los estudiantes y nos negaron el pan de vida y la flor de belleza que es la verdadera poesía, entre los escombros de vanos experimentos con las letras que nunca fueron templo ni casa y menos aún vuelo del alma ni sueño de un Dios.
Hoy, los jóvenes, liberados de las cadenas de un intelectualismo estéril, con una emotividad más pura ante la vida y el sufrimiento ajenos, que la de infinitas revoluciones a todos condenando y ningún ejemplo de vida dando; peregrinan de nuevo a la fuente de la poesía, como hacían los enamorados de la luz de Apolo, queriendo beber del manantial de Castalia.
Nuevas vivencias se visten de nuevos símbolos, y los anillos de un tiempo nuevo, generan los nuevos ritmos de una nueva poesía. Los nuevos conceptos quieren, sin perder la libertad, vivir en nuevas palabras, o quizás las mismas susurradas por labios nuevos. Como decía el profesor J. A. Livraga, la Era de la Razón ha muerto, y de entre sus ruinas, pues no nos atrevemos a llamarlas cenizas, y en el desierto que han dejado en los corazones, brotan los nuevos manantiales de la vida sempiterna que se niega a morir, y los lotos de una nueva poesía, que surgiendo de aguas estancadas son un canto de esperanza y una promesa de vida del alma renovada.
Hoy quiero hablar, y es la gratitud y el reconocimiento quien a ello me impulsan, de una poetisa brasileña, Lucia Helena Galvão, que no sólo ha bebido del manantial del Dios de la Armonía y la Belleza, sino que además ha recorrido, como alma viajera los caminos infinitos y fecundos de la Filosofía Ecléctica, aquella que encuentra los diamantes de verdades puras, no sólo en la naturaleza, sino también en el fuego legado y vivo de la tradición, en la voz pétrea o intangible de los sabios que al penetrar en el misterio, dejaron una estela de luz que nos permite seguir sus huellas. Lucia Helena Galvão, como ella misma indica en su blog “Poesía para Despertar, Sofía: Poesía inspirada en vivencias filosóficas”, es profesora de Filosofía en Nueva Acrópolis (y estudiante también en los niveles más avanzados), y dice “quiero reflejar lo que allí aprendo en poesías”. ¡Y qué bien lo hace, usando la Lira de Orfeo, para hacernos soñar esas verdades que no sólo despiertan el alma sino que la hacen comprender! Hace más de dos mil años Platón dijo que la verdadera Filosofía es música del alma, su círculo mágico de luz en el mundo cuando, al despertar, dialoga con todo lo que la rodea y consigo misma.
En su blog de poesía de Lucia Helena Galvão encontramos numerosos poemas que se inspiran, tanto en los textos sagrados de la India, Grecia, China, Egipto, etc., etc., como en las voces y lienzos de color de la Naturaleza, en sus vivencias filosóficas e incluso discipulares: las más importantes quizás, pues como muestra el Bhagavad Gita, el Maestro se convierte, ante el discípulo, y deja ver a través suyo toda la genealogía de Dioses que forjaron y mantienen vivo el Universo entero, y que son la vida misma del alma, su fuerza oculta y primera. La música de los versos de esta poetisa brasileña calma la ansiedad del estrépito, fragor de este mundo de angustias y sendas quebradas en laberintos sin salida. Es agua viva para la sed del alma y proyecta las imágenes de un mundo nuevo, más justo, más bueno y más puro que éste, y que nos espera como una Ciudad de Perfección suspendida y etérea en las alturas, o como una promesa más allá del horizonte. Es la visión de luminoso futuro de este Movimiento Filosófico internacional, Nueva Acrópolis, pero después de soñado, es preciso construirlo, y aquí están nuestras manos y corazones ardientes fieles a esa visión, fieles a esa misión.
Un mundo sin poesía es un mundo sin belleza, pues los poetas convierten en ritmo y palabras, canto, la belleza que sienten, haciéndola inteligible con sus metáforas y tropos del lenguaje, etc., a quien carece de esa percepción.
Entre sus poemas, hallamos uno a Eros, el Amor, el primero de los Dioses en la genealogía de Hesíodo. Y como Eros es, Cristo Cósmico, el alfa y omega de cuanto existe; no me resisto a la tentación de traducir este poema e invocar así su presencia benévola, que todo lo transforma:
Los Dioses me enviaron la más preciosa de las dádivas; me convertí en anfitriona del más ilustre visitante, primor de los primores, altivo y radiante, poderoso Amor. Vino de noble linaje vertido en tan rudo Grial, no aceptas los límites de tu pobre recipiente, explotas en mi pecho, expandes mi vida más allá de cualquier ribera. Ave de vuelo potente, indomable, divino arte, causas éxtasis y vértigo a quien quiere acompañarte. Con tus garras dilaceras al audaz portador que desea contenerlo. Nos dilacera de dolor, y, aún así, ¡qué bello eres! No te vayas nunca, Gracia Divina, tan grandioso sentimiento que atraviesa todo el mundo, impetuoso como el viento. Si tú te fueras, no seré ya nada, apenas yermo y vano castillo donde la Psique, desconsolada, llora la pérdida del Ser más bello. Quédate, aunque diluyas las orillas de este corazón mío en sus límites imaginarios. Eres Alkahest, el disolvente universal, disuelves al portador temerario que osa querer contenerte. Yo te siento, a veces, arduo y cruel, pero aún así, te quiero en mi vida. Aunque me niegues tus sombras en este mundo, aunque me ciegues y expongas mis heridas; aunque no me des nada, nada más si no el delirio de tu presencia, yo quiero estar contigo. Para quien te soñó dulce, eres demasiado amargo, para quien te cree frágil y lánguido, eres demasiado fuerte, viril y guerrero. Pero nada hay tan bello como tú, en el mundo entero. Permíteme, Ser Divino, que acceda a tu Séquito, humilde y despojada de adornos que me impidan volar. Tómame en tus garras, cruzando los aires en el ardor de tu vuelo, viendo el mundo desde la altura que tú lo ves, viendo y amando el mundo a través de tus ojos, aunque me desgarres, desmontes y deshagas y me reconstruyas en la forma que escojas para mí.Y como no podemos, al traducirlo, sino traicionar la belleza del original, por lo que pedimos disculpas, incluyo aquí el texto original, en su página de poesía http://luciahga.blogspot.pt
Os Deuses me enviaram o mais precioso dos presentes;
tornei-me anfitriã do mais ilustre visitante,
requinte dos requintes,
altivo e radiante,
poderoso Amor.
Vinho de nobre linhagem
vertido em tão rude Graal,
recusas os limites de teu pobre recipiente,
explodes em meu peito,
expandes minha vida para além de qualquer margem.
Ave de vôo potente,
indomável, divina arte,
causas êxtase e vertigem
em quem tenta acompanhar-te.
Com tuas garras, dilaceras
o ousado portador
que anseia por contê-lo.
Dilacera-nos de dor,
e, ainda assim, como és Belo!
Não te vás nunca, Graça Divina,
tão grandioso sentimento
que atravessa todo o mundo,
impetuoso qual fosse o vento.
Se tu partires, não serei nada,
apenas ermo e vão castelo
onde a Psique, desconsolada,
chora a perda do Ser mais belo.
Fica, ainda que tu diluas
as margens deste meu coração
com seus limites imaginários.
És Alkahest, solvente universal,
dissolves o portador temerário
que ousa tentar te conter.
Eu te percebo, às vezes, árduo e cruel,
mas, ainda assim, te quero em minha vida.
Ainda que me negues tuas sombras neste mundo,
ainda que me cegues e exponhas minhas feridas,
ainda que não me dês nada, nada mais
senão o delírio de tua presença,
eu quero estar contigo.
Para quem te sonhou doce, és demasiado amargo,
para quem te crê frágil e lânguido,
és demasiado forte, viril e guerreiro.
Mas não há algo tão belo como és, no mundo inteiro.
Permite, Ser Divino, meu acesso a teu Séqüito,
humilde e despojada de adornos que me impeçam de voar.
Toma-me em tuas garras,
cruzando os ares no ardor deste teu vôo,
vendo o mundo a partir da altitude em que tu o vês,
vendo e amando o mundo através de teus olhos,
ainda que me dilaceres, desmontes e desfaças
e me reconstruas
na forma que escolheres para mim.
Esta poetisa, como sierva de la Filosofía, lo es de la diosa Atenea, su símbolo más excelso. Atenea, la diosa del saber hacer; inspiradora de las causas nobles y fuerza motora de la vida de ideas e ideales; es la patrona de la Filosofía en acción, práctica, sabiduría del Plan Divino, que Ella ejecuta, y guerra contra miedos, sombras e inercias. Cuenta el filósofo Marino de Neápoli, en su biografía de Proclo, su Maestro, que al ser destruida la estatua crisoelefantina de la Diosa Atenea, imagen que reinó durante siglos desde el Partenón; la Diosa se le apareció en sueños a Proclo y le dijo que los fanáticos habían destruido su templo en la Acropolis de Atenas, y que ahora viviría en el corazón del filósofo.
Lucia dedica un poema muy bello a todos aquellos que han vivido y se han consagrado a la verdadera Filosofía, derramando luz, paz y justicia en el mundo, y restableciendo el equilibrio quebrado por la ignorancia, el egoísmo y la ferocidad. Se llama “Lápida de los Hijos de Atenea” y comienza con una cita de Séneca que dice: “Procura la satisfacción de ver morir los vicios antes que tu”:
Habiendo vivido bajo la égida de Atenea, bajo esta misma imagen, hoy reposo. Sobre esta tierra en que mi cuerpo yace pido que el sueño sea tan sólo el necesario, nada más, para sacar filo y renovar mi alma ardiente, y renacer en la tierra entre mis pares… Pues los hijos de Atenea, del poderoso Zeus, de Metis, tan serena, encuentran en la acción prudente su paz. Para descansar, quiero tener sólo un momento, y es poca la sed que llevo al río del olvido, guardo la misión, que no se perderá jamás. Para los que amo, la certeza y seguridad: el amor real es pacto sólido, alianza que el hilo continuo, vida y muerte, sólo legitima. Y a los que no conquisté amar todavía, cuando esta forma me abandona y la vida termina, firmo, en nombre de la Unidad, un compromiso: aunque haya un precipicio de egoísmos, Trabajo, Amor y Voluntad siempre vencen abismos… He de volver a la tierra y trabajar por ello.
Tendo vivido sob a égide de Atena,
sob esta mesma imagem, hoje, eu repouso.
Sobre esta terra em que o meu corpo pouso,
peço que o sono seja só o suficiente,
nada mais,
para afiar e renovar minha alma ardente,
e renascer na terra entre os meus iguais…
Pois os filhos de Atena,
do poderoso Zeus, da Métis, tão serena,
encontram na ação prudente a sua paz.
Para o descanso, quero ter um só momento,
e pouca sede levo ao rio do esquecimento,
guardo a missão, que não se perderá jamais.
Para os que amo, a certeza e a segurança:
o amor real é pacto sólido, aliança
que o fio contínuo, vida e morte, só valida.
E aos que eu não conquistei amar ainda,
quando esta forma me abandona e a vida finda,
firmo, em nome da Unidade, um compromisso:
ainda que haja um precipício de egoísmos,
Trabalho, Amor, Vontade sempre vencem abismos…
Hei de tornar à terra e trabalhar por isso.
El verdadero filósofo es un enamorado de la Sabiduría, y ésta le es revelada, despierta como una llamarada en su corazón ante la presencia del Maestro, quien, como un eslabón de una cadena infinita –la Cadena de Oro que mencionaron órficos y neoplatónicos- le une al sentido de una vida permanente, gozosa, divina que une a todo cuanto existe en el Universo.
Como poeta, como filósofa, y como discípula sobre todo, le dedica la flor de loto de su corazón y sus versos a su maestro, a través del cual mira y ama el Maestro único, que es la Llama misma y eterna de la Filosofía. Un poema dedicado a Michel Echenique, al alma grande y generosa que despertó su alma y la guió con firmeza, de la mano, en el Camino Ascendente, y que hace no mucho tiempo traspuso esa puerta hacia lo invisible que llamamos temerosos muerte.
Sé que hoy aprendí contigo a Ser, a Pertenecer. Hoy sé que iré contigo donde quiera que vayas… Fuerza que une el Universo y desborda sobre nosotros, voces de un mundo de misterio y luz que vibran como un eco en tu voz. En el silencio siento tus pasos, sólo me basta seguir. Por misterio, sé que obedezco al Ser que habita en mí. En qué instante la eternidad se abrió ante nuestros pies, como dos momentos de un mismo ser, yo sé quien soy, sé quien tú eres. Siento que tú me elevas al plano donde estás; y mágicamente, estoy por momentos donde tú estás. Abre para mí las puertas de lo Sagrado, que, en tus manos, puedo entrever la llama que nos convertirá, al fin, en nada más sino en un único Ser…
Sei que hoje aprendi contigo
a Ser, Pertencer.
Hoje sei que irei contigo aonde quer que tu vás…
Força que une o Universo e transborda sobre nós,
vozes de um mundo de mistério e luz
que ecoam em tua voz.
No silêncio, sinto teus passos,
só me basta seguir.
Por mistério, sei que obedeço ao Ser que habita em mim.
Em que instante a eternidade se abriu aos nossos pés,
qual dois momentos de um mesmo ser,
sei quem sou eu, sei quem tu és.
Sinto que tu me elevas ao plano onde estás;
qual magia, estou por momentos onde um dia estarei.
Abre-me as portas do Sagrado,
que, em tuas mãos, posso entrever
a chama que nos tornará, enfim,
nada além de um único Ser…
Iremos, poco a poco, en esta página traduciendo estos poemas que en la bella y susurrante lengua portuguesa parecen arrancados, como una chispa de Visvakarman, del alma griega, egipcia o hindú… queriendo reencarnar en un futuro no muy lejano.
Jose Carlos Fernández
Lisboa 17 de octubre del 2012
Verdaderamente precioso y profundo…. Esto es poesía, y cierto es mucho más bella y sublime en portugués…
Un Abrazo,
Georgeos
http://www.AtlantidaHistorica.com
Não sei o que dizer. Apenas agradeço. Meus poemas não pertencem a mim, mas sempre, apenas, àqueles que tanto têm me inspirado. Desde Brasília, Brasil, envio meu emocionado abraço de gratidão.
Muito belas e profundas suas palavras, Jose Carlos. As poesias da Lúcia são realmente divinas! Um abraço da Nova Acrópole de Curitiba, Brasil.